El Tetraedro de la Criminalística: Fundamentos y Aplicaciones en la Investigación Criminal.

El Tetraedro de la Criminalística, es un modelo conceptual que desempeña un papel fundamental en la investigación de crímenes al identificar y definir cuatro aspectos cruciales que constituyen el núcleo de esta disciplina.

Estos aspectos son el Sitio del Suceso, el Autor, la Víctima y los Medios o Instrumentos de Comisión del crimen.

A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle cada uno de estos componentes del Tetraedro de la Criminalística, destacando su importancia en la generación de indicios y evidencias físicas que respaldan la labor de los expertos forenses en la resolución de casos criminales.

El Sitio del Suceso: La Escena del Crimen.

El primer vértice del Tetraedro de la Criminalística, es el Sitio del Suceso.

Este aspecto se refiere al lugar donde ocurrió el crimen, y es de vital importancia para la investigación.

Los criminalistas deben llegar a la escena del crimen lo más pronto posible para preservar y recolectar pruebas.

El análisis del sitio del suceso incluye la identificación de huellas, la toma de fotografías y la recopilación de objetos que puedan tener relevancia para el caso.

La evidencia física encontrada en la escena del crimen puede ser crucial para establecer cómo se cometió el delito y quién podría estar involucrado.

El Autor: Identificación del Responsable.

El segundo vértice del Tetraedro de la Criminalística, es el autor o autores del crimen.

Identificar al responsable es uno de los principales objetivos de la investigación criminal.

Los expertos forenses utilizan una variedad de técnicas, como el análisis de ADN, la toxicología forense, la antropología forense, la comparación de huellas dactilares, la reconstrucción de perfiles criminales entre otros, para vincular a un individuo con el delito.

La evidencia física colectada en la escena del crimen, y en otros lugares relevantes puede ser fundamental para establecer la culpabilidad o la inocencia del sospechoso.

La Víctima: Reconstrucción de Eventos.

El tercer vértice del Tetraedro de la Criminalística, es la Víctima.

El enfoque en la víctima es esencial para comprender cómo ocurrió el crimen.

Los expertos forenses investigan las lesiones y heridas de la víctima, así como cualquier evidencia relacionada con el acto delictivo.

Esto puede ayudar a determinar el tipo de arma o instrumento utilizado y la secuencia de eventos que llevaron al crimen.

La reconstrucción de la secuencia de eventos es crucial para comprender la dinámica del delito.

Los Medios o Instrumentos de Comisión: Herramientas del Crimen (evidencias).

El cuarto vértice del Tetraedro de la Criminalística, es los Medios o Instrumentos de Comisión del crimen.

Este aspecto se centra en los objetos o herramientas utilizados para cometer el delito.

Los criminalistas examinan cuidadosamente cualquier objeto encontrado en la escena del crimen que pueda estar relacionado con la comisión del acto delictivo.

Esto puede incluir armas, objetos contundentes, utensilios u otros elementos que puedan haber sido utilizados para infligir daño o robar.

Generación de Indicios y Evidencias Físicas.

El Tetraedro de la Criminalística sirve como una guía integral para la generación de indicios y evidencias físicas en la investigación criminal.

Los indicios son pistas o señales que pueden ayudar a los investigadores a reconstruir los hechos y establecer conexiones entre los elementos del Tetraedro.

Estos indicios, una vez debidamente colectados, preservados y analizados, se convierten en evidencias físicas sólidas que pueden ser presentadas en un tribunal de justicia para respaldar la acusación o la defensa en un caso.

Relaciones e interacciones entre los componentes.

El tetraedro de la criminalística propone que cada una de estas cuatro perspectivas tiene una relación directa con las otras tres, y que todas ellas conforman un sistema dinámico e interactivo.

Así, por ejemplo, el sujeto puede elegir el objeto según sus preferencias o necesidades, el medio según sus posibilidades o facilidades, y el fin según sus intereses o expectativas.

De igual forma, el medio puede afectar al sujeto por su accesibilidad o dificultad, al objeto por su protección o exposición, y al fin por su oportunidad o riesgo.

El uso del tetraedro permite al investigador tener una visión integral de las evidencias y establecer hipótesis.

Valor del tetraedro en la investigación criminal.

El tetraedro de la criminalística es una herramienta valiosa para el análisis de las evidencias y la resolución de los casos.

Facilita la comunicación entre los diferentes especialistas e impulsa un abordaje sistémico para interpretar los indicios hallados en relación con el contexto del crimen.

El valor del enfoque integral del tetraedro de la criminalística queda demostrado en casos reales como el de una presunta violación donde el análisis toxicológico reveló el uso de sustancias para someter a la víctima, o el de un posible homicidio donde el examen antropológico forense de los restos óseos hallados permitió determinar perfil, causa de muerte y antecedentes de abuso de la víctima, siendo a saber:

Caso 1: Presunta violación:

Una mujer de 25 años, es hallada semiinconsciente en un callejón.

Su ropa está desgarrada y presenta moretones y laceraciones. Es trasladada a un hospital donde se activa el protocolo para casos de abuso sexual.

El forense extrae muestras de fluidos corporales y cabellos de la víctima, así como fibras y vellos púbicos hallados en su ropa interior. Todo se envía al laboratorio criminalístico.

El toxicólogo forense detecta en la sangre de la víctima altos niveles de escopolamina, fármaco que induce estados de sedación y docilidad.

Este hallazgo es indicio de que pudo haber sido drogada para someterla.

El ADN extraído del semen en las muestras vaginales corresponde a un sujeto previamente procesado por abuso sexual. Las fibras de la ropa interior son compatibles con las de su camiseta.

La evidencia toxicológica, genética y de rastros permite identificar al agresor e indicar el uso de sustancias para facilitar la violación, fundamentando la acusación con pruebas científico-forenses.

Caso 2: Presunto homicidio.

Se hallan restos óseos semienterrados en una zona boscosa. Por el tamaño y morfología se determina que corresponden a un hombre adulto. Se envían al laboratorio forense.

El antropólogo forense analiza los huesos y concluye:

La víctima era hombre, entre 30 y 40 años, 1.80m de estatura aproximada.

Presenta fracturas perimortem (cerca del momento de la muerte) en el cráneo producidas por un objeto contundente.

Las costillas muestran fracturas antiguas que indican el hombre sufrió golpes severos en el tórax en el pasado.

Estos hallazgos dan indicios sobre perfil de la víctima, posible causa de muerte violenta por traumatismo craneoencefálico y antecedentes de lesiones previas.

Cotejando con bases de datos se logra identificar al sujeto, un hombre de 38 años con denuncias pasadas por violencia doméstica. El principal sospechoso es su excónyuge, actualmente desaparecida.

La evidencia antropológica forense aporta información esencial para esclarecer el presunto homicidio.

El Tetraedro de la Criminalística, es una herramienta fundamental en la investigación de crímenes, ya que enfoca la atención en cuatro aspectos esenciales: el Sitio del Suceso, el Autor, la Víctima y los Medios o Instrumentos de Comisión.

Cada uno de estos aspectos contribuye de manera significativa a la generación de indicios y evidencias físicas que son vitales para la resolución de casos criminales.

La aplicación de técnicas científicas y forenses avanzadas, así como el rigor en la preservación de la cadena de custodia, son fundamentales para asegurar la integridad de las pruebas colectadas.

La interacción entre estos vértices del Tetraedro de la Criminalística permiten tanto a los investigadores como a los expertos forenses proporcionar respuestas sólidas y basadas en evidencia a los desafíos que presenta la investigación criminal, contribuyendo así a la búsqueda de la verdad y la justicia en el sistema legal.