En el marco del Día Internacional del Trabajador, celebrado cada 1 de mayo, resulta crucial reflexionar sobre el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual establece el derecho fundamental a un salario digno para los trabajadores.
Este principio, consagrado en la Carta Magna, representa un pilar fundamental para garantizar el bienestar y la vida digna de la clase trabajadora venezolana.
El derecho a un salario digno: Un mandato constitucional.
El artículo 91 de la Constitución venezolana establece que «todo trabajador tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir las necesidades básicas para sí y su familia, tanto materiales como sociales e intelectuales».
Este derecho fundamental no solo se limita a una cuestión económica, sino que se enmarca como un derecho humano que permite a las personas desarrollarse plenamente en la sociedad.
Aspectos relevantes del artículo 91:
- Carácter inembargable del salario: El salario no puede ser retenido o embargado por deudas, excepto en el caso de la obligación alimentaria.
- Periodicidad y oportunidad del pago: El salario debe ser pagado de manera regular y puntual, en moneda de curso legal.
- Definición de «necesidades básicas»: La Constitución no define de manera taxativa qué se entiende por «necesidades básicas», pero sí establece que deben incluir aspectos materiales, sociales e intelectuales. Esto significa que el salario debe ser suficiente para cubrir no solo la alimentación, la vivienda y el vestido, sino también el acceso a la educación, la salud y la cultura.
La implementación del artículo 91, ha sido objeto de diversas interpretaciones y debates.
Algunos sectores han argumentado que el salario mínimo establecido por ley no cumple con los requisitos establecidos en la Constitución, mientras que otros han defendido la necesidad de tomar en cuenta la situación económica del país para determinar el nivel adecuado de los salarios.
Garantizar un salario digno requiere del compromiso sostenido por parte del Estado, a través de políticas públicas efectivas que promuevan el trabajo decente y la generación de empleos de calidad.
La sociedad civil también juega un papel crucial en la defensa de este derecho fundamental, mediante la organización y movilización de los trabajadores, la promoción del diálogo social y la exigencia de políticas públicas que respondan a las necesidades de la clase trabajadora.
El artículo 91 de la Constitución de Venezuela representa un faro de esperanza para los trabajadores venezolanos.
Su cumplimiento efectivo, es indispensable para garantizar el bienestar y la vida digna de la clase trabajadora, impulsando el desarrollo social y económico del país.
En este Día Internacional del Trabajador, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por un salario digno y justo para todos los trabajadores venezolanos.
Unámonos en la defensa del derecho a un salario digno. Exijamos políticas públicas que promuevan el trabajo decente, la generación de empleos de calidad y el cumplimiento del artículo 91 de la Constitución.
¡Juntos construyamos un futuro mejor para los trabajadores venezolanos!
